Si hablamos de «diseño gráfico ambiental» resulta inevitable que nos venga a la cabeza el nombre de Deborah Sussman. Y es que la encomiable labor llevada a cabo por Sussman a finales del siglo XX marcó el camino a seguir para un amplio sector del diseño, y más concretamente el ambiental. Por eso, hoy queremos desgranar contigo su vida y obra. ¿Nos acompañas?
Índice de contenidos
Quién fue Deborah Sussman
Natural de Brooklyn, Nueva York, Sussman nació en 1931. Creció en el seno de una humilde familia, de padres inmigrantes procedentes de Bioelorrusia y Varsovia. Comenzó su formación artística en la Arts Students League, para más tarde estudiar en el Bard College de Nueva York y finalmente graduarse como diseñadora gráfica en el prestigioso Chicago’s Institute of Design, fundado por el gran diseñador y artista, László Moholy-Nagy.

Con poco más de 20 años, comenzó a trabajar en el estudio de Charles y Ray Eames, «Eameses». Aquí desarrolló sus dotes artísticas y creativas como diseñadora de interiores, aplicativos impresos y otros eventos como ferias y exposiciones en museos y otros. Trabajó como directora de arte toda una década para «Eameses» y para entonces ya había desarrollado por completo inquietud por la arquitectura y el diseño gráfico, además del industrial. Adquirió experiencia en distintas disciplinas, tales como diseño de juguetes, packaging, fotografía, cine, medios impresos, diseño de color y exposiciones, entre otros. Gracias a ello, comenzó a postularse como un referente a nivel internacional del diseño ambiental.
Posteriormente, ganó la beca Fulbright para estudiar en la Escuela de diseño (Hochschule fur Gestaltung) de Ulm, Alemania. Esperaba encontrar la emoción y pasión que experimentó en Chicago, fruto de la esencial de la BauHaus de la que fue heredera la escuela. Sin embargo, no fue así, y se dedicó a viajar por Europa haciendo diversos trabajos artísticos.
Deborah Sussman; Su culmen creativo
A finales de los 60, se mudó a Los Ángeles, California, donde abrió su primer estudio, «Deborah Sussman & Company». Al poco tiempo, conoció al que sería su marido, el arquitecto Paul Prejza, con quien renombraría su proyecto com «Sussman/Prezja & Company«. La combinación perfecta entre diseño gráfico y arquitectura urbana. El estudio cuenta con más de 40 años y 350 proyectos de recorrido, y sigue en activo en la actualidad.
El punto álgido de su carrera fue sin duda su labor para los Juegos Olímpicos de 1984 en Los Ángeles. Su labor gráfica, unida a su conocimiento de la arquitectura y el diseño industrial, dio como fruto una de las ediciones más inolvidables del evento global como lo son los JJ. OO.
A lo largo de su vida, fue galardonada con numerosos premios individuales por distintos organismos como la AIGA, la AIA, la SEGD y el «Foro Internacional de la Mujer», entre otros.
Finalmente, en 2014 fallecería a los 83 años de edad, debido a un cáncer de pecho, dejando tras de sí un legado único y un camino a seguir por futuras generaciones.

Estilo e influencias de Deborah Sussman

Sussman estaba fuertemente influenciada por la BauHaus, como dejó patente tras su experiencia en la Escuela de Chicago de Moholy-Naggy. Su gestión del color y uso de los espacios urbanísticos son su seña de identidad. Rebosante de creatividad, afrontaba de manera ingeniosa y atractiva cualquier tipo de trabajo; desde aplicativos gráficos a espacios y eventos.
Si hay algo de lo que las futuras generaciones deban aprender de Sussman es sin duda su buen humor y curiosidad. Su hambre de saber y experiencia la empujaron a viajar por todo el mundo conociendo distintas culturas que enriquecieran sus creaciones.
Obras destacadas de Deborah Sussman
Si hubiera que elegir un trabajo emblemático sería sin duda su labor para los Juegos Olímpicos de 1984. No solo por su brillante ejecución, sino porque supuso el impulso que necesitaba la marca para ocupar el lugar que se merecía a nivel mundial.
No obstante, resulta difícil encasillar a una artista tan prolija y curiosa como Deborah Sussman, ya que llevó a cabo cientos de proyectos de gran calidad para clientes tan variopintos como la juguetera Hasbro o Disney, entre otros. Además, también fue la encargada de diseñar el sistema de señalización del metro de Los Ángeles y el campus universitario de la ciudad.

Conclusión
Nos encanta descubrir la vida y obra de numerosos diseñadores y diseñadoras gráficas, y el caso de Deborah Sussman no es distinto. Como no podía ser de otra manera, su presencia supuso un antes y después en el mundo del diseño, y más concretamente en el de la figura de la mujer en el sector. Derribó muros y puertas cerradas a golpe de creatividad y decisión. Es por eso, que no nos cansamos de destacar su labor y legado.
Esperamos que hayas disfrutado del artículo. Si quieres saber más o aportar tu granito de arena, no dudes en dejarnos tu comentario. ¡Hasta pronto!






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