Continuamos el artículo sobre cómo crear un logotipo profesional. Anteriormente veíamos qué necesitas saber para crear un logo y una introducción básica a los conceptos que rigen el diseño. Ahora veremos cómo manejar esas herramientas conceptuales para empezar a diseñar un logo.
Con la pequeña introducción que vimos en el otro artículo, podemos empezar ya a pensar en nuestra marca corporativa. Pero aún es pronto para empezar a crear formas.
Lo primero es tener las ideas claras. Para ello sugerimos hacer un briefiing respondiendo a ciertas preguntas acerca de lo que queremos conseguir. En Caronte Studio solemos presentar al cliente un cuestionario con algunas preguntas que ayudarán a encaminar correctamente el trabajo.
Desde aquí te proponemos algunas:
Veamos las partes más importantes que tiene que tratar este briefing.
Desde luego hay que saber para qué empresa estamos diseñando. ¿Cuáles son sus valores? ¿Cuál su factor diferenciador? ¿Cuál es su mercado?
Conviene saber también cuál es su competencia y qué es lo que está haciendo a nivel gráfico.
Además de esto debemos saber qué se espera del sector en que se mueve. No es lo mismo diseñar para un casino que para una funeraria. Todo esto viene relacionado, también, con el siguiente punto: el público objetivo.
No basta con conocer las características de la empresa, también hay que saber a quién se está dirigiendo. ¿Quién es tu público objetivo? ¿Qué edad tiene? ¿Cuál es su nivel económico?
Muchas veces partimos de un diseño previo, que, aunque no tiene por qué ser continuista, sí que podemos tener en cuenta para rescatar algunos elementos históricos de la empresa.
Relacionado con esto también es importante saber a dónde queremos llegar ¿Queremos romper con lo anterior o bien realizar una adaptación a los medios actuales?
Ahora sí, llega el esperado momento de plantarse frente a la mesa de dibujo y empezar a esbozar ideas. Para ello jugaremos con ciertos elementos como:
Generalmente es el componente más básico de la marca. A mí, personalmente, me gusta empezar por aquí. La primera pregunta sería: el texto ¿irá en mayúsculas o minúsculas? Una vez más recuerdo que no se trata de gustos, sino de objetivos. Las mayúsculas son más serias y corporativas; las minúsculas dan un toque más humano y cercano. Así pues la elección debería de estar medianamente clara según el briefing inicial.
No aconsejamos crear una tipografía desde cero: El lettering es sumamente complicado.
A partir de ahí, de forma semejante, habrá que escoger un grupo tipográfico (scripta, didona, incisa, con serifa…) y, dentro de él, la familia tipográfica que mejor se adapte a nuestras necesidades.
También podemos crear la fuente desde cero, de forma totalmente personalizada, pero aviso: es sumamente complicado hacer un buen lettering.
A la hora de escoger los colores corporativos es recomendable seleccionar solo uno o dos. Antes de eso es importante asegurarse de que la marca funciona bien en negro.
Si vamos a escoger dos o más colores, recomendamos tener unas nociones básicas de composición de colores: Armonía, complementarios, etc. En su defecto, podemos usar una herramienta online para crear grupos de colores.
Nuestro color corporativo debe de estar disponible en diferentes formatos:
Tenemos nuestro logo, tenemos nuestros colores, es hora de darle un toque añadiéndole un isotipo o modificando parte del logotipo. ¿Qué forma le vamos a dar a nuestra imagen? Otra vez, no se trata de gustos, sino de mensajes. Unas formas sólidas, con mucha mancha, transmitirán algo totalmente diferente que unas formas delicadas y finas. ¿Qué imagen queremos dar?
Como decíamos en el anterior artículo, recomendamos que esta tarea la lleve a cabo un profesional para obtener un resultado adecuado. Bien puede tratarse de un estudio de diseño, una agencia de publicidad, profesional autónomo freelance…
Hay que reunirse con ellos y plantearles todo lo que hemos visto hasta ahora, todas las conclusiones a las que hemos llegado y toda la información que hemos reunido.
Un posible comienzo creativo es el brainstorming o lluvia de ideas. Se trata de una técnica ideada por Alex Faickney Osborn en 1934. En ella se junta un grupo de gente para ir diciendo las ideas que se van ocurriendo y se van apuntando.
En esta técnica no se hace un análisis ni un razonamiento demasiado elaborado de las ideas. Se trata, simplemente, de generar unas posibles pautas sobre las que comenzar el trabajo.
La efectividad de esta técnica, actualmente, está en entredicho, ya que se han realizado varios experimentos en los que se obtuvieron mejores resultados trabajando individualmente.
En cualquier caso el mismo diseñador puede hacer una lluvia de ideas individual para comenzar el proceso creativo.
El equipo creativo hará su trabajo y presentará sus propuestas al cliente. En nuestro estudio solemos presentar dos o tres líneas diferentes. Cada una enfatiza un punto diferente del briefing, y les damos un acabado intermedio, sin acabar de ajustar.
Estos serán los bocetos que se presentarán al cliente para que escoja por dónde proseguir. Con una idea gráfica más clara ya definida se pasa al último punto del proceso creativo: el diseño final.
Con las indicaciones del cliente se realiza una marca gráfica definitiva, con todos sus elementos equilibrados y ajustados. Se definen los colores pantones y sus correspondencias RGB y CMYK.
Se realizan las adaptaciones y versiones que procedan (horizontal, vertical, cuadrado, negativo, monocromo…).
Si se ha contratado un manual de uso ahora es el momento de realizarlo. Estas serán unas instrucciones útiles no solo para el cliente, sino, sobre todo, para cuando otros diseñadores gráficos deban trabajar con el nuevo logo.
Puedes echar un vistazo al manual corporativo de la UPV para hacerte una idea de qué hablamos, aunque, ciertamente, este es un manual bastante extenso y completo.
Entendiendo formatos como relación de aspecto, es importante que nuestra marca tenga la versatilidad suficiente como para poder presentar variaciones para diferentes formatos.
Nosotros aconsejamos tener una versión vertical y una horizontal, además de disponer de una propuesta para formatos cuadrados, pensado, sobre todo, para los avatares de perfiles sociales.
Además de esto es más que conveniente disponer de variaciones como:
La posibilidad de ofrecer estas alternativas, no obstante, depende mucho del diseño original.
En el mundo del diseño gráfico hay dos tipos de grupos de formato de imagen.
Por un lado tenemos las imágenes vectoriales. Se trata de gráficos generados matemáticamente, lo que los hace ideales para formas planas y bordes definidos. Pueden escalarse indefinidamente, lo que permite aumentar de tamaño un gráfico sin perder calidad. Los formatos más habituales para estos archivos son el eps, adobe illustrator o pdf.
Por otro lado tenemos las imágenes de mapa de bits. Estos gráficos se forman con una malla cuadriculada (píxeles), donde cada celda tiene un color concreto. Al distanciarse de la malla surge la ilusión de continuidad y se forma la imagen a base de puntos. Este es un formato ideal para imágenes en general (fotografías, ilustraciones, etc.), y es el tipo de archivo que comunmente manejamos todos día a día. Ejemplo de estos formatos serían el jpg, gif, png, tiff, webp, bmp…
Como habrás adivinado, para una marca gráfica el formato ideal es el vectorial. Pero, ojo, no vale con guardar un jpg como eps: Aunque lo hayamos guardado con formato vectorial la información original es de mapa de bits. Esta es una razón más para optar por el formato vectorial: Un formato vectorial se puede transformar en mapa de bits sin problemas, pero no podemos hacer lo contrario.
De todas formas, como hemos dicho antes, todos estamos habituados a trabajar con jpg. Es por ello que el logotipo debe de ser trabajado en un formato vectorial, pero conviene facilitar al cliente varios formatos de mapa de bits para su uso habitual.
El proceso de creación de un logotipo tiene muchos pasos y de diferentes complejidades. Se debe dejar a un lado los gustos y trabajar sobre ideas y objetivos a conseguir. Para ello es más que aconsejable realizar un briefing previo y saber escuchar al equipo creativo.
El trabajo que nos entreguen debería de tener diferentes versiones de la marca en diferentes formatos de archivo, ya que eso facilitará trabajar con la marca gráfica si en un futuro se cambia de agencia.
Si necesitas crear un logotipo profesional y te quedan dudas puedes ponerte en contacto con nosotros y nuestro equipo.
En este artículo, aprenderás qué es el Lazy Loading y cómo implementarlo fácilmente en tu… Leer más
En esta guía práctica, te explicamos qué es el presupuesto de rastreo, por qué es… Leer más
¿Alguna vez te has encontrado con un mensaje que te invita a actuar, ya sea… Leer más
Una de las preguntas más comunes entre los desarrolladores web que comienzan a usar JavaScript… Leer más
Descubre qué es y para qué sirve la preimpresión digital para conseguir una buena impresión… Leer más
Ampliamos información para las redes sociales. Descubre cómo gestionar correctamente los consentimientos necesarios en las… Leer más